Juliana Deguis participará en foro internacional. Red Jacques Viau rechaza campaña de tergiversación
Como cualquier otra ciudadana dominicana a la que le hayan sido violentados sus derechos fundamentales, Juliana Deguis viajará a a Holanda, desde el 15 de septiembre, a compartir su experiencia en un encuentro internacional en el que se abordará la situación de vulnerabilidad de los hijos/as de inmigrantes en situación irregular, nacidos en territorio dominicano antes de 2010, a los que le ha sido negado sistemáticamente el acceso a sus documentos de identidad. A la actividad también han sido invitados el Estado Dominicano y otras organizaciones de la sociedad civil, nacional e internacional, como es costumbre en los eventos organizados por las Naciones Unidas.
En foros internacionales también se habla de la desaparición de Juan Almonte o del profesor Narciso González, sin que por ello se entienda que usar estos escenarios para llamar la atención sobre practicas violatorias a los derechos fundamentales forme parte de una campaña de descrédito.
A pesar de que este tipo de eventos internacionales no es nada nuevo, la Red de Jacques Viau ha tenido que salir al frente a la campaña de tergiversación sobre los objetivos del viaje y explicar de qué se trata el encuentro, en el que Deguis hablará de sus siete años de lucha por la «liberación» de su acta de nacimiento. La aclaración fue hecha en una rueda de prensa en el Restauran Vizcaya, en la que Antonio Pol Emil, director de Centro Cultural Dominico Haitiano y Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión Nacional de Los Derechos Humanos fueron los voceros.
¿Por qué Juliana? Evidente la respuesta, explicó Pol Emil a los periodistas. Su caso es emblemático, generó la sentencia 168-13 de Tribunal Constitucional, que retira la nacionalidad dominicana, a pesar de que la constitución hasta el 2010 la otorgaba a los nacidos en el país, bajo el alegato de que sus padres, inmigrantes no documentando con 40 años trabajando en el país, son extranjeros en «transito». El dictamen, vinculante a todos los poderes del Estado, incluyó a cada los dominicano con el perfil de Juliana, jóvenes en su mayoría que hasta el 2007 habían realizado normalmente actos de la de la vida publica con sus documentos.
A Juliana se le devolvió su acta de nacimiento, una distinta a la que originalmente fue emitida por las autoridades competentes. La «liberación» de sus documentos fue fruto de una ley especial, la 169-14, promulgada por el Ejecutivo en mayo pasado que aunque intenta subsanar a futuro lo que la muerte civil ocasiona a un ser humano, no repara el daño cometido, no ha sido suficiente para que miles de jóvenes se le reconozca su personalidad jurídica y puedan acceder a sus documentos, continuar con sus vidas, casarse, ingresar a la universidad, viajar, cambiar cheques, recibir becas, etc.
Ante la ola tergiversadora que confunde a la opinión publica e involucra al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la barra de abogados de la Red ha tenido que redundar en lo obvio: Juliana Deguis, una mujer común de Monte Plata, madre de cuatro hijos, ira a un congreso en Holanda, no como parte de una campaña de descrédito en contra de la República Dominicana. Sin tener claro la naturaleza del encuentro, ni hacer mayor indagatoria sobre su objetivo, la Cámara Diputados aprobó una resolución condenatoria, en la que habla de la devolución de los documentos a ciudadana como una especie de favor.