Familias divididas en la República Dominicana

Escrito por Robin Guittard, adjunto de investigación y acción de Amnistía Internacional para el Caribe

Las normas sobre nacionalidad de la República Dominicana son una maraña de casillas y criterios, pero las consecuencias de la nueva legislación no han podido ser más duras para esta familia. Por un azar de la burocracia, dos de los tres hijos podrían tener la nacionalidad y sus beneficios, pero la tercera podría seguir perdida en el limbo de la apatridia.

Conocí a la familia Nuel en marzo de 2014. Mientras tres niños de corta edad gateaban y balbuceaban a su alrededor, su madre, Liliana Nuel, me contó los sueños que tenía para ella y para su familia. Liliana sueña con estudiar Derecho en la universidad y tiene expectativas igual de grandes para sus tres bebés.

Pero harían falta serios conocimientos jurídicos para desenmarañar las complejas cuestiones que existen en torno a la nacionalidad oficial de esta pequeña familia. Los Nuel son de origen haitiano, lo que significa que sus derechos en la República Dominicana son precarios. Las nuevas normas impuestas por las autoridades han complicado aún más su situación en el país, y los últimos meses han sido una montaña rusa llena de vueltas y giros.
La primera de las complicaciones llegó en septiembre de 2013, cuando el Tribunal Constitucional, la máxima autoridad judicial del país, anunció en su sentencia 168-13 que los hijos de migrantes en situación irregular nacidos en la República Dominicana entre 1929 y 2007 nunca habían tenido derecho a la nacionalidad dominicana y serían despojados de ella con efectos retroactivos.

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