Exclusión, despojo ciudadano e inmigración por Wilfredo Lozano
Por Wilfredo Lozano / Publicado por Acento.com.do
La Sentencia No. 168-13 del Tribunal Constitucional, mediante la cual se pretende despojar de la nacionalidad a miles de dominicanos hijos de inmigrantes en situación irregular, no es un producto casual ni aislado, es el resultado de una larga cadena de exclusiones sociales del sistema inmigratorio de mano de obra haitiana, creado en el país desde principios del siglo XX.
Este sistema se organizó en torno a las grandes plantaciones azucareras con el apoyo y directa vinculación del Estado Dominicano y la complicidad del Estado haitiano y de sus élites políticas y militares. Movilizó cientos de miles de trabajadores inmigrantes haitianos como braceros vinculados al corte de la caña, para cuya dominación, en el marco de las grandes plantaciones azucareras, se organizó un sistema de control del trabajo que produjo toda clase de injusticias y exclusiones, cuya expresión visible ha sido el batey como campo concentrador de mano de obra inmigrante y la indocumentación inducida por el propio Estado. Este último fue el agente político que sirvió de intermediario y mecanismo de sujeción laboral. Ese Estado finalmente se constituyó en contratador de mano de obra inmigrante, al pasar la mayoría de los ingenios azucareros propiedad de Trujillo a sus manos, tras la muerte del dictador en 1961.