El Caricom critica despojo y esperan la voz del ALBA

Raúl Pérez Peña

Raúl Pérez Peña

Escrito por Raúl Pérez Peña. Publicado en Listín Diario

Los 15 países del Caricom hicieron un pronunciamiento contundente sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que arrebata su nacionalidad a un cuarto de millón de dominicanos de ascendencia haitiana.

El conglomerado caribeño señala que las víctimas serán despojadas de sus actas de nacimiento quedando en “un vacío constitucional, legal y administrativo”.

Caricom defiende los derechos de  “aquellos que quedaron vulnerables por el fallo y sus lastimosos efectos”.

Organizaciones de múltiples países también repudian el parricidio, aplaudido aquí por un abanico de presión mediática, destacándose Leonel Fernández, quien dijo que los excluidos tenían “la impresión” de ser dominicanos. Los legisladores del barrilito y el cofrecito  “coroboran”.

Parodiando a Pedro Mir, estudiosos afirman que República Dominicana es el único “país en el mundo” donde se ha cometido semejante crimen de lesa humanidad contra más de un cuarto de millón de personas.

Por cierto, el “poeta nacional” debe ser literalmente considerado un “desnacionalizado póstumo”. Hijo de padre y madre inmigrantes, solo la fecha de nacimiento libra a Pedro Mir de algo peor que el exilio en su tierra, quedando excluido como estandarte literario nacional.

Pero caeríamos en lo mismo si lo sustituye Norberto James o Mateo Morrison, ambos hijos de inmigrantes.

Observadores de distintas latitudes esperan la voz de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América, ALBA, en la perspectiva de que recuerde que este es el continente descrito en la Segunda Declaración de La Habana, en los discursos del Che, y en las páginas de “las venas abiertas de América Latina” de la pluma de Eduardo Galeano.

¡Oh Galeano! ¡Oh comandante Guevara! Aquí están los parias, los excluidos, despojados hasta del suelo donde nacieron por un veredicto que abre otra vena con el signo de la muerte en Latinoamérica. La Alianza Bolivariana no puede prolongar su silencio ante el masivo atentado que está en el ojo del volcán de la opinión pública internacional.

Específicamente, el cuarto de millón de dominicanos desnacionalizados necesita acopiar voces regionales con repercusión. El ALBA tiene buena acústica y aval para pronunciarse y atraer amplia audiencia. La voz del ALBA debe oírse… ¡Ya!