Conoce la historia de Alfredo Ogisten: Le negaron copia de sus documentos y perdió un excelente empleo
El conflicto generado por la sentencia 168-13 no se limita al ámbito legal, conocer la historia de un afectado/a aterriza la problemática de la negación de documentos de identidad y evidencia como la vulneración de derechos fundamentales lastima a la sociedad dominicana. Perteneciente al Movimiento Reconoci.do, Alfredo Ogisten es el espejo del joven dominicano de esta época: trabajador, entusiasta, con grandes deseos de superación. En el 2009 , con una atractiva oferta laboral de por medio, se da cuenta que su vida había sido suspendida. Imagina que tu vida de un giro como la de Alfredo:
Nacido y declarado en San José de los Llanos, en una zona bateyera al Este del país. Alfredo estudió su bachillerato en San José de los Llanos y allí se graduó. Luego estudió un Técnico en Educación e inglés en San Pedro de Macorís.
Alfredo posee contratos con compañías de teléfonos, tiene tarjetas de crédito de tres bancos comerciales de República Dominicana, en los cuales también le han aprobado préstamos. Así mismo ha recibido crédito en tiendas de electrodomésticos tanto de Santo Domingo como de San Pedro de Macorís.
En el año 2009, Alfredo aplicó a un puesto de trabajo en una empresa de cruceros, y le fue otorgado. Requería sacar su pasaporte para poder salir del país, pero al momento de ir a la JCE a buscar una copia de su acta de nacimiento, ésta le fue negada. Alfredo no pudo sacar su pasaporte, perdiendo así la posibilidad de un empleo fuera del país y también de contraer matrimonio con una ciudadana canadiense.
En febrero del 2011, el tribunal de primera instancia de San Pedro de Macorís falló a favor de Alfredo y ordenó a la JCE a entregar la copia de su acta. La JCE no sólo no ha acatado la sentencia del tribunal sino que, por el contrario, solicitó a la Suprema Corte de Justicia revisar el fallo del juez, además de pedir la anulación del acta de nacimiento de Alfredo.
En la actualidad Alfredo trabaja en un centro de llamadas, a la espera que su derecho sea restituido.