El ser no lo determina un papel
Escrito por César Pérez.
Atenazado por la presión internacional, gobierno someterá un proyecto de ley que limite los efectos perversos de la sentencia TC 168-13, tratando de satisfacer a quienes la rechazan como a quienes la apoyan. Sin embargo, sería inaceptable cualquier medida divorciada del numeral 2 del artículo 18 de la actual Constitución, que reconoce el derecho a la nacionalidad dominicana a toda persona nacida aquí antes del 2010, sin hacer distinción entre quienes tengan o no papeles de identidad.
Por eso, cualquier iniciativa, ley o medida tendente a corregir el ultraje contenido en dicha sentencia debe ser cónsona con el respeto al derecho consignado en el mencionado artículo y con el punto de vista que sobre ese dictamen tiene la CIDH. Ello así, porque en lo concerniente a derechos humanos no hay transacción alguna. Son valores universales de la democracia, no sujetos a la politiquería para satisfacer a nadie, tanto menos a quienes desprecian esos valores y a la democracia misma.
Decía Minou Tavarez, con razón, que la TC 168-13 saca a flote lo peor de esta sociedad. Saca a flote no solamente la miseria humana que nos corroe como sociedad, sino ese conservadurismo, ese gusto por las transacciones espurias, en la inobservancia de la institucionalidad y en el irrespeto de los valores esenciales de la democracia, que nos han impedido forjar un real estado de derecho.
Puede leer el resto del artículo aquí: http://www.acento.com.do/index.php/blog/13372/78/El-ser-no-lo-determina-un-papel.html